Hace poco, decidí darle un cambio a mi look y me aventuré en el mundo de la coloración método llongueras en Santiago. Había oído hablar maravillas de este método, especialmente sobre cómo respeta la salud del cabello sin sacrificar esos resultados vibrantes que todos deseamos cuando optamos por un cambio de color. Así que pensé, ¿por qué no? Y ahora, después de experimentar esta técnica, puedo decir que la diferencia es notable.
Lo primero que noté al llegar al salón fue el enfoque personalizado que tienen. A diferencia de otras experiencias que he tenido, donde te aplican el tinte y listo, aquí realmente se toman el tiempo para evaluar tu tipo de cabello, su estado actual, y qué es lo que mejor va a funcionar para ti. No es solo cuestión de elegir un color de una carta de muestras, sino de entender cómo ese color va a interactuar con tu cabello, teniendo en cuenta factores como la porosidad, la textura y, por supuesto, tu estilo de vida.
La coloración método Llongueras en Santiago no es simplemente aplicar un tinte y esperar que el cabello haga el resto del trabajo. Lo que realmente diferencia a este método es su compromiso con la salud del cabello. Usan productos de alta calidad que están formulados para ser lo menos agresivos posible. Si alguna vez has salido de una sesión de coloración con el pelo seco, quebradizo o sin brillo, sabrás de lo que hablo. Pero aquí, es todo lo contrario. Desde el primer momento, sientes que tu cabello está siendo tratado con el respeto que merece.
Uno de los aspectos más interesantes de este método es cómo combina la ciencia del cabello con un toque artístico. No es solo un tema de color, sino de cómo ese color se aplica para realzar tu look natural. Hablé con el estilista sobre lo que quería y me explicó cómo podrían crear un efecto multidimensional que le diera vida a mi melena sin que se viera demasiado «hecho». Es decir, el resultado final es vibrante, pero también se ve natural, como si el color simplemente perteneciera ahí desde el principio.
Pero, por supuesto, lo que más me preocupaba era cómo iba a quedar la salud de mi cabello después de todo el proceso. Como alguien que ha pasado por varias sesiones de coloración en el pasado, puedo decir que el método Llongueras se siente completamente diferente. No hay esa sensación de que tu cabello ha sido sometido a una sesión de tortura química. Al contrario, mi cabello se sentía suave, flexible y, lo más importante, saludable. Incluso me atrevería a decir que se veía mejor que antes de entrar al salón.
La clave de este método radica en la mezcla personalizada de productos que utilizan. No es un enfoque de talla única. Mi estilista explicó que trabajan con diferentes formulaciones dependiendo de lo que tu cabello necesita. Por ejemplo, si tienes el cabello más fino, usarán productos que protejan y fortalezcan, mientras que si tu cabello es más grueso o rizado, se centrarán en mantener la hidratación y evitar el encrespamiento. Es como si estuvieran haciendo una receta a medida, solo que en lugar de cocinar un plato, están creando el color de tus sueños.
Otra cosa que realmente me gustó es cómo cuidan cada paso del proceso. Desde la preparación del cabello antes de la aplicación del color hasta el enjuague final y el tratamiento posterior, todo está diseñado para asegurarse de que tu cabello salga lo mejor posible. No se trata solo de verte bien al salir del salón, sino de que tu cabello siga luciendo increíble mucho tiempo después. Mi estilista incluso me dio consejos sobre cómo mantener el color en casa y cómo cuidar mi cabello para que siga viéndose tan bien como el día que lo teñí.
Al final, lo que más me impresionó de la coloración método Llongueras en Santiago fue cómo lograron que mi cabello no solo se viera espectacular, sino que también se sintiera increíblemente sano. Es un enfoque que combina lo mejor de ambos mundos: el arte de la coloración con el respeto por la salud de tu cabello. Y eso, cuando se trata de algo tan personal como tu melena, hace toda la diferencia.