Para cualquiera que viva en Alicante, decir «voy al centro» ha sido durante años el preludio de una pequeña odisea. Significaba salir de casa con media hora de antelación, no para el trayecto, sino para la inevitable y desesperante búsqueda de aparcamiento. Dar vueltas y más vueltas por los alrededores de Maisonnave, ver cómo pasaban los minutos intentando encontrar un hueco imposible cerca del Mercado Central, o directamente rendirse y acabar en un centro comercial de las afueras. Ir al centro era sinónimo de estrés.
Por eso, cuando empezaron a surgir las noticias de que se estaban habilitando nuevos parkings Alicante centro, una parte de mí se mantuvo escéptica. Estamos tan acostumbrados a la dificultad que cuesta creer en soluciones. Sin embargo, hace unas semanas, con las Hogueras a la vuelta de la esquina, decidí poner a prueba una de estas nuevas zonas, la que han abierto junto a la estación de ADIF como parte de las obras de la futura estación intermodal.
El cambio fue como del día a la noche. Conducir por la Avenida de la Estación y ver los carteles indicando la entrada al nuevo parking, con plazas libres, me pareció casi un espejismo. Entré sin cola, encontré un sitio a la primera y, al apagar el motor del coche, sentí un silencio que no era el habitual. Era la ausencia de la frustración, del agobio. Pude caminar tranquilamente hacia la Rambla, disfrutar del ambiente de las fiestas sin ese nerviosismo de fondo que te provoca el saber que has tardado 35 minutos en aparcar.
Esta nueva realidad no es solo una anécdota. Es una mejora tangible en la calidad de vida. Significa poder decidir ir a cenar al Barrio de forma espontánea, sin planificar una estrategia militar de aparcamiento. Significa que los que vivimos un poco más alejados no nos sentimos excluidos del corazón de nuestra propia ciudad. Parece algo simple, un aparcamiento, pero su efecto es profundo: nos devuelve el centro. Espero que esta sea la primera de muchas medidas que hagan de Alicante una ciudad más amable y accesible para quienes la habitamos cada día del año.