Las Islas Cíes son un destino cada vez más solicitado en verano. Son muchos los atractivos que tiene este lugar. Desde el ritual para llegar, teniendo que tomar un barco, hasta el hecho de estar en un espacio que ha sido fotografiado y visto en todo el mundo, entrando en los rankings de las playas más bonitas. Es un espacio protegido y tiene limitado el número de visitantes para garantizar que continúe siendo un lugar tan bonito y cuidado, así que hay que pedir permiso para poder ir, un mero trámite pero que tiene como requisito que haya plazas disponibles para ese día, por lo que en temporada alta hay que solicitar el acceso por adelantado.
Como no hay viviendas para alquilar ni tampoco se puede pernoctar por libre, la única forma de quedarse allí durante la noche es reservar camping islas cies. Y es algo muy recomendable porque te ofrece una serie de ventajas que no tendrás cuando vas y vuelves en el mismo día.
Para empezar, podrás disfrutar de la noche en las Islas Cíes. Esto es algo a lo que no tienen acceso la mayoría de los visitantes que tienen que marcharse en el último barco que los comunica por tierra. Hay que tener en cuenta que se va a estar en un lugar con una contaminación lumínica baja, por lo que se verán las estrellas de una forma muy especial. Es una experiencia que merece sin duda la pena.
Otra de las ventajas de pernoctar en el camping de las Islas Cíes es el no tener el agobio de los horarios. Tal vez te parezca que un día entero es suficiente en las Cíes, pero puede que te acabe sabiendo a poco, porque hay rutas de senderismo muy atractivas y está la playa. Y si quieres disfrutar de todo, incluido el restaurante, tal vez no te apetezca hacerlo mirando el reloj para ver a qué hora tienes que volver. Quedarse un par de días permite hacerlo todo con calma, dedicando un día a recorrer la isla y hacer fotos y otro a la playa, o dividir el día en ambos planes. Y hacerlo todo sin prisa y sin que te quede la sensación de que has tenido que apurar para poder hacer todo lo que querías cuando lo que te apetecía era estar en calma, sin horarios y a tu aire.